miércoles, 5 de noviembre de 2008

Y el sueño se cumplió






Un día un señor llamado Martin Luther King tuvo un sueño. En él veía a todos los hombres y mujeres iguales, sin importar el color de su piel. 45 años después, ese sueño se ha cumplido. Un hombre, afroamericano como él, se convierte en Presidente de los Estados Unidos de América. Barack Obama ha abierto un nuevo capitulo de la historia, no sólo por representar lo que representa, sino también por haber conseguido arrastrar en masa hacia las urnas, a grupos sociales a los que, hasta ahora, las elecciones les habían importado un pito. Sin duda, este es el gran logro del senador de Ilinois, haber conseguido inyectar ilusión a un país castigado por las mentiras de la administración Bush y los estragos de la crisis financiera. En una situación así, sólo quien infundiera esperanzas a los votantes, se llevaría las llaves de la Casa Blanca. Y ese, ha sido Obama. Su discurso, seduce y consigue movilizar a las masas. Con tres palabras, Yes, We can ha creado un movimiento, que tan sólo una pésima gestión semejante a la de Bush, conseguiría diluir. Aunque parece que eso no va a ser así.


Hoy, el mundo se rinde a los encantos de un chico negro, flaco, y con nombre gracioso, que 50 años después de que se pusiera fin a la segregación racial ha conseguido llegar al máximo escalón de la política de su país. La prensa, políticos y demás personalidades coinciden en que con Obama se ha abierto una nueva era en las relaciones internacionales. Aún está por ver como se concretara este cambio. Todo parece indicar que no va a ser una revolución sino una transición. Pero no sólo el mundo espera a Obama, también los estadounidenses. Bush ha dejado dos 'regalos' de bienvenida al nuevo presidente. Uno la crisis económica. A pesar del plan de rescate de la banca ideado por Bush, la cosa va para largo. Cada vez hay más americanos que pierden su casa y su trabajo, y es evidente que alguien tiene que hacer algo. El segundo regalo, las tropas en Irak . Obama ha prometido un plan de retirada durante los 16 meses siguientes a su elección. Un síntoma del rumbo que puede tomar la política exterior de la Casa Blanca.


Nosotros, los españoles también esperamos a Obama para que se normalicen las relaciones entre ambos países. Y la cosa parece que va por buen camino, esta mañana ZP, loco de contento por la victoria de Obama, ha dicho que España será un fiel aliado del nuevo presidente. Veremos, si el presidente electo recoge el guante. Por ahora todo son conjeturas e ilusiones acerca de lo que puede ser la era Obama. Sobre sus espaldas carga una gran responsabilidad la de transformar su país y ofrecer al mundo una nueva imagen de la administración americana. Sólo el tiempo dirá si Barack Obama es un excelente político o un encantador de serpientes.

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