domingo, 28 de noviembre de 2010

Humor a la catalana




Es el programa más visto de la televisión catalana y aunque parezca increíble no habla ni de fútbol, ni de corazón, lo suyo es el humor político. Se llama Polònia y se emite todos los jueves en TV3. Se pueden ver vídeos en la página www.tv3.cat/polonia y en Youtube. Desde su estreno en 2006, esta sátira se ha convertido en todo un fenómeno mediático en Catalunya, lo que le valió un Premio Ondas en 2007 como mejor programa de televisión local, entre otros reconocimientos. Su éxito ha llevado a sus creadores a realizar una secuela futbolística llamada Crackovia, que se emite los lunes.


Por este espacio, dirigido y presentado por Toni Soler, desfilan cada semana los personajes más destacados de la política catalana, pero también de la estatal. El president José Montilla, Josep Lluis Carod Rovira, Joan Puigcercós, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy e incluso la mismísima familia real son parodiados por los actores del programa. Entre ellos está el conocido humorista Carlos Latre que se encarga de imitar al ex ministro de Trabajo Celestino Corbacho, entre otros. Las imitaciones se realizan en catalán o en castellano, en función de los personajes. Y como suele ser habitual en estos casos se basan en tics o coletillas de los políticos que se ven potenciadas con la imitación. Así pues, Montilla habla catalán con un fuerte acento español, Mas aparece obsesionado con su pelo, Zapatero lleva hasta el extremo el pausamiento de sus frases o Rajoy no para de mover su dedo, mientras habla.


La emisión dura alrededor de media hora y se compone de varios gags que muestran a los políticos en distintas situaciones. Y durante estas escenas el espectador tiene la impresión de que son representadas por los políticos de verdad, ya que en muchas ocasiones el director se dirige a ellos para felicitarles por su interpretación o recriminarles que no han seguido el guión. Quizá por esto algunos niños catalanes han llegado a pensar que los políticos polacos son los verdaderos. Algo así, le paso al conseller de Obras Públicas, Joaquim Nadal. Según relató en el programa El Club también de TV3, los niños le preguntaban por la calle, a ver si era el que salía en Polònia. A lo que el conseller contestó con humor: "No, soy su doble".

Los candidatos


La mayoría de los candidatos a las elecciones catalanas aparecen regularmente en Polònia. Los más veteranos son José Montilla, del PSC y el candidato de CiU Artur Mas, que están en el programa desde su estreno.


De encarnar al president se encarga el actor, periodista y director de publicaciones de Don Balón, Sergi Mas, quien guarda un asombroso parecido con su imitado. Montilla es representado como un tipo demasiado serio, con poca gestualidad, y poco dado a las emociones. Aunque a veces intenta hacer chistes malos para romper con esa inmutabilidad. Su tic más característico es que a veces confunde palabras en catalán como decir "Donuts" en lugar de "Donas" (mujeres) o inventa algunas, como cabories, noyensmeins o adhuc. Todas las semanas Montilla se dirige a sus conciudadanos con un discurso desde la Generalitat, para comentar la actualidad de la semana con su habitual tono mitad serio, mitad sarcástico. Los discursos comienzan con un "Catalanus, Cataclismes" –nunca lo dice bien– y finalizan con el juego de palabras "Visca Cataluña, Visc a Cataluña (Vivo en Cataluña).


Con un acento catalán, cuya ganga es llevada hasta la extenuación, Bruno Oro se mete cada semana en la piel del candidato de CiU, Artur Mas. Su imitación se caracteriza por una gran preocupación por su imagen. Casi siempre que habla, lo hace con una mirada desafiante, como si se creyera un actor de Hollywood. Su palabra favorita, "gracias", cuando se autogrita "guapo". En ocasiones se le muestra enfrentado al líder de Unió democratica de Catalunya, Josep Duran i Lleida, cómicamente eso si. Generalmente pelean porque Duran quiere ser ministro y Mas no habla con ZP para proponerselo.


Los verdaderos se animan a actuar


Conscientes del gran impacto que el programa tiene en la opinión pública, y porque no decirlo como parte de su estrategia de comunicación, todos los candidatos han aceptado, durante la campaña, aparecer en un gag del programa, interpretándose a si mismos en distintas situaciones. Por ejemplo, José Montilla presidió una reunión del tripartit, y aseguró que iba a hacer muchas inauguraciones. Artur Mas, junto a Duran i Lleida, apareció en una fiesta sorpresa que le había organizado su partido para celebrar su supuesta victoria, pero Mas le dice que desmonte el chiringuito que no quiere "triunfalismos". Y por su parte Alicia Sánchez-Camacho discutió con el doble de Rajoy sobre el cartel electoral, en el que aparecía Esperanza Aguirre en lugar de ella. Y también lo hizo sobre estrategia electoral.


Es difícil saber si las imitaciones de Polònia pueden influir en la imagen de los candidatos. El candidato de ERC, Joan Puigcercos encargó un estudio para saber el grado de influencia de su imitación. El informe le alertó de que su imitación le generaba una mala imagen. Pero poco más. Lo que si es cierto, y a juzgar por los datos de audiencia, es que a los catalanes todavía les quedan muchas carcajadas pendientes con Polònia.

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