Lo primero de todo desearos a todos un Feliz Año nuevo, en el que a todos nos vaya bien y se cumpla todo aquello que deseamos. Tranquis, no me he olvidado de Wikileaks, pero todavía mi coco está empapandose de algunas cosas, aunque bueno ya la publicación de documentos ha llegado a su fin, con lo que ya tengo más tiempo para organizar las ideas. Asi que, como hay que dar novedades al personal, que tanto hablar de lo mismo aburre, vamos a hablar de un tema de rabiosa actualidad.
Dice el refran que Año nuevo, vida nueva, y este año lo hemos cumplido pero a rajatabla. Con las tradicionales subidas de precios en servicios no consideradas como básicos, pero que lo son (señores, seguimos en crisis por si aún no se habían enterado, y esto no es una teoría conspirativa de El Mundo) ha llegado también la ley Antitabaco. Y oyé, para chulos nosotros porque nuestra nueva legislación sobre la materia es de las más duras de Europa, y porque no decirlo del mundo (con el permiso de los irlandeses, qué no vamos a ser los primeros en todo). Ya fuimos chulos, y los primeros en trasponer (si es un verbo feísimo, pero se dice asi) la directiva europea, sin humos. Pero muy a lo light, que para eso somos españoles y guardamos unas ciertas tradiciones. Prohíbido fumar en todos los espacios públicos, excepto bares, restaurantes y discos (claro, no le vamos a fastidiar al señor de 50 para arriba su café, copa y puro o una no va estar bebiendose el cubata sin tener ocupada la otra mano, lógico y normal). Esta ley provocó que mechos establecimientos tuviesen que dividir su espacio en zona de fumadores y de no, con la correspondiente ventilación, cerradura hermética...Y que quereís que os diga, pues no nos iba tan mal, pero claro, el resto se ponen duros, y nosotros, cabezones, más duros aún.
El resto de la UE traspusó la correspondiente directiva y se dijo desde un primer momento, "Fuera humos en todos los espacios cerrados" (entiéndase cuatro paredes y un techo, obvio, salvo para algunos). Y claro pues nosotros nos vamos a ser los alumnos malos (la asignatura de economía ya la tenemos cateada, pero es que si Portugal se hunde...nosotros también, que somos muy solidarios). Así que, ala vamos a por nota. Ya en su momento, Elena Salgado, esa señora que antes de ser ministra de Economía lo fue de Salud, ya deslizó un posible cambio en la legislación (normativa propuesta y apoyada por ella misma). Pero claro, no se podía dar tanto el cante y se aparcó la idea. Luego llegó Trinidad Jiménez, también llamada Trini , y claro pues la mujer tenía que hacer méritos para ganarse el puesto, así que volvió a desempolvar la susodicha propuesta. Y está vez, si que iba la vencida. Menos mal, que la gripe A le quitó protagonismo y se convirtió en la prioridad de Trini, que si no... ya el año pasado estaríamos con el pitillo en la calle y las estufas. Por último, y no se si por las prisas o porque Leire Pajín, recientemente nombrada en el cargo tuviera alguna ley importante a sus espaldas (aunque que nadie le quite méritos a Trini) , pues ya a fin de año aprobamos la ley, y entrada en vigor para principios del siguiente, con prisas, a lo español.
Como fumadora que soy debo decir que esta ley está mal hecha. Me explico. Lo de prohibir fumar en los bares, pues bueno pase, al fin y al cabo es un espacio cerrado. Pero digo yo, ¿esto no se podía haber echo desde un primer momento y ahorrar a los hosteleros las reformas? Porque primero se dice que se separen las zonas, y luego, que prohíbido fumar en todo el local. A mi juicio este aspecto se podría haber mantenido, sólo por la pasta que los hosteleros se han dejado en acondicionar los bares. O al menos, ya que nos ponemos sanos, indemnizarles por no haber hecho las cosas 'bien' en un primer momento. Pero ya lo de los 50 metros a partir de recintos hospitalarios, parques infantiles al aire libre y marquesinas de autobús, etc eso ya es pasarse cien pueblos. Señores, ¡qué algunas cosas están al aire libre! Comprendo, que se prohíba fumar aqui también, pero ya lo de dispersarnos como si fueramos unos apestados, ya es colmo. Pongo el ejemplo de Pamplona. El super nuevo Complejo Hospitalario de Navarra (gran obra de nuestra amiga Kutz) es enorme y según la consejera el recinto es todo (incluídas las aceras de Irunlarrea), osea que si algún pobre fumador quiere enchufar el pitillo se tiene que ir a tomar por el... Esto supone una molestía para el personal que trabaja allí o las personas que van a visitar a sus familiares porque, en el caso del antiguo hospital de Navarra, hay que andar más de 50 metros para salir del recinto y otros 50 para fumar. El colmo. Y también lo de las terrazas que tengan dos paredes, que se considere espacio cerrado, pues ya es demasiado (visiblemente nuestros gobernantes se perdieron el capítulo de Barrio Sesamo , en el que se explicaba que es un espacio cerrado y uno público). Vamos que yo en mi próxima carta a los reyes les voy a pedir un metro (de gran tamaño) para medir las distancias, no sea que no cumpla con la ley.
Pero como muchas veces vemos en nuestros queridos políticos y en las leyes que promulgan, la doble moral es la norma. En este caso, más aún si cabe. Resulta que se prohíbe fumar en no se cuantos mil sitios, pero a su vez se aumentan los puntos de venta de tabaco (gasolineras y supermercados). Claro, estamos en crisis y hay que recaudar. Considerando que el 80% del precio de la cajetilla son impuestos que van a las arcas públicas, el Estado puede recaudar (según me dijeron el otro día) alrededor de 3.000 millones de euros en impuestos del tábaco. Ahí es nada. Asi que cuando se ideo esta ley, nuestros gobernantes pensaron "Podemos prohíbir fumar en muchos espacios amparandonos en la justificación de la Salud, y quedamos bien con los no fumadores, mayoría, y a su vez incrementar los puntos de venta, para que los fumadores lo tengan fácil para comprar la cajetilla, y asi seguir llenando las arcas públicas, que buena falta nos hace " (habrá que estar antentos a una nueva subida de precios). En fin, cambiamos de aires pero no de moral.
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