viernes, 3 de diciembre de 2010

Wikileaks: El gran pelotazo del siglo I

Si no he escrito antes sobre el asunto, es porque necesitaba tiempo para asimilar tanta información de golpe. Porque las filtraciones de Wikileaks, son la mayor filtración de documentos secretos de toda la historia (garganta profunda debe estar revolviéndose en su tumba, porque el Watergate al lado de esto, vamos es una mierda, con perdón). Gracias a un disco de Lady Gaga, esa estrambótica cantante a la que a veces le da por cantar en castellano, y la pericia de un soldado de 22 tacos nos hemos enterado de lo que nuestros queridos amigos los yankees piensan del mundo. Apasionante y bueno saberlo, por otra parte. Los gobiernos afectados, o bien se han hecho los suecos o bien han puesto el grito en el cielo, por estas revelaciones. Y yo digo que tampoco es para tanto, porque no se han contado secretos de estado (esos a los que sólo el presidente y cuatro contados, tienen acceso) sino más bien chismorreos de telenovela, que más o menos nos los podíamos imaginar, aunque con los yankees uno se sorprende casi siempre. Pero dentro de todo lo que están escupiendo los cables diplomáticos infiltrados, también encontramos interesantes informaciones que por supuesto la ciudadanía debe saber para entender el porqué de algunas decisiones gubernamentales, o en nuestro caso judiciales. Esas, que a cualquier gobierno le incomodan pero como bien dice alguno, los periodistas no estamos para defender a los gobiernos, sino para servir a los ciudadanos y ayudarles a entender lo que pasa por el mundo. Si hubiera tenido en mi poder esos documentos, los hubiese publicado sin dudarlo, aunque con precauciones, porque hay vidas en peligro.


De todo este asunto, más allá de lo revelado, qué también, lo que queda en tela juicio es la seguridad del sistema americano de transmisión de datos. Porqué es muy fuerte que una sola persona pueda tener acceso a tan tamaña y valiosa información. Desde luego a partir de ahora los USA tendrán que remplantearse muchas cosas no sólo en su diplomacia, sino también en sus comunicaciones. Que por mucho que la amiga Hilary se haya apresurado a dar explicaciones y condenar las filtraciones como un ataque a la comunidad internacional (un favor, diría yo, más bien), el mal ya está hecho.


Así pues, no me resisto a comentar la que puede ser la noticia del siglo. Por entregas, eso si, primero porque el caudal de información es enorme y segundo porque a los diarios les conviene dosificarla (que estamos en crisis y hay que vender periódicos), nos estamos enterando no sólo de lo que los amigos americanos piensan sobre los principales líderes del mundo (que no dejan títere con cabeza, desde el autoritarismo de Putin, pasando por el progresismo trasnochado de ZP, hasta la inquietud por la salud mental de la presidenta argentina), sino también de hasta que punto los tentáculos del tio Sam, llegan a pesar en las decisiones judiciales de un país, en este caso el nuestro. Algo bochornoso. Así que al igual que los diarios, yo también lo comentaré por entregas, porque esto exige primero asimilación, y después reflexión ( y porque no decirlo, también tiempo).

Gracias, a las indiscrecciones publicadas por El País, nos hemos enterado por ejemplo que el embajador americano en España por aquel entonces, el polémico Eduardo Aguirre, presionó al Fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido y al fiscal jefe de la audiencia nacional, Javier Zaragoza de darle carpetazo a asuntos tan importantes y tan incómodos para los intereses yankees como el caso Couso, las torturas de Guantanamo, o los vuelos de la CIA. Pero en todo este asunto, lo más grave no es la presión de las USA (comprensible, en cierto modo, porque a nadie le gusta que ataquen sus intereses), lo más fuerte es que fiscales y sobre todo políticos españoles estaban dispuestos a colaborar en la causa. Lamentable. Lo que hay que hacer por tener contentos a los amos del mundo (porque si no las relaciones bilaterales con los USA se resquebrajan, y si no te llevas bien con el Tio Sam, ya se sabe lo que pasa, que no existes en el mapa). Aunque lo nieguen (porque no lo van a reconocer) los ex-ministros, López-Aguilar, de la Vega y Moratinos, estos intentaron complacer a Bush, entonces presidente de la potencia, para que mejorase la relación con ZP (de sobra es conocido que tejano, ni siquiera quiso atender el teléfono, cuando el presi le llamo para felicitarle por su victoria).

Pero en ese intento de complacer a los americanos hubo daños colaterales (como les gusta decir a ellos), en este caso la familia del cámara asesinado en Bagdad José Couso. Me parece muy bien que la familia quiera exigir a la justicia la reapertura del caso, archivado ahora sabemos todos por qué. Esperemos que con estas revelaciones tengan suerte y puedan por fin tener justicia.

Hasta el próximo capitulo.

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